lunes, 25 de abril de 2011

Sobre el aborto y el condón

En el semanario "Desde la Fé", editado por la Arquidiosesis de la Ciudad de México, se compara a las autoridades que legalizan el aborto con criminales que destruyen la vida de jóvenes a través del asesinato y la drogadicción. Afirma que son igualmente despreciables.
Yo me pregunto: ¿no es despreciable condenar el uso del condón, provocando la muerte de cientos de miles de personas por VIH-SIDA, o de bebés o madres durante el alumbramiento en condiciones no adecuadas?
Durante 2009, 1.8 millones de personas murieron por causa del VIH-SIDA; de ellos 260,000 eran niños menores de 15 años. El estimado para ese año de personas viviendo con VIH era de 33 millones, alrededor de 2.5 millones menores de 15 años.
Cada año, alrededor de cuatro millones de bebés mueren en el primer mes de vida (Entre el 25% y el 50% de ellos en las primeras 24 horas) y una cantidad similar nacen sin vida. ¿Y qué pasa con los que no mueren? Alrededor de 20 millones de niños alrededor del mundo sufren de malnutrición aguda severa, que los deja más vulnerables a enfermedades serias y muerte.
536,000 mujeres murieron solo en 2005 al dar a luz, la mayoría en países en vías de desarrollo. Alrededor de 67000 de las muertes maternas por año suceden por practicarse abortos en condiciones inapropiadas, también en su mayoría en países en vías de desarrollo, debido a la imposibilidad de acceder a servicios más seguros.
¿La solución que establece la OMS para reducir la mortalidad materna? Asegurar acceso a métodos de planificación familiar y a abortos seguros.
Ante ambas cosas, la Iglesia es un obstaculo enorme. Se rehusa a apoyar el uso del condón (entre otros métodos anticonceptivos), la pildora del día siguiente y la práctica de abortos seguros, supuestamente "en defensa de la vida".
Si a la Iglesia de verdad le preocupara la vida, promovería ampliamente el uso del condón entre sus fieles, evitando que contrajeran VIH (entre otras enfermedades también peligrosas) y disminuyendo además la mortalidad durante el alumbramiento, así como también el número de abortos (sean legales, ilegales, espontaneos o provocados) pues una mujer que no se embaraza no puede abortar.
Disminuiría además el número de huerfanos consecuencia de mortandad materna o por VIH-SIDA.
La Iglesia podría en verdad hacer algo importante para proteger la vida de niños, hombre y mujeres por millones promoviendo el uso del condón, ayudando a reducir el número de abortos alrededor del mundo, pues una vez más, si no hay embarazos no deseados, no puede haber abortos.
En tanto continúe con su cerrazón a apoyar políticas que protejan la salud y la vida de millones de personas en el mundo cualquier discurso "por la vida" será solamente hipocresía.
Fuentes:
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs178/en/
http://www.who.int/making_pregnancy_safer/topics/maternal_mortality/en/
http://www.who.int/hiv/data/2009_global_summary.png
http://www.afro.who.int/en/clusters-a-programmes/frh/sexual-and-reproductive-health/programme-components/prevention-of-unsafe-abortion.html
http://www.who.int/making_pregnancy_safer/topics/maternal_mortality/en/

1 comentario:

  1. Se dice durante los últimos diez años, 1.000 mexicanos por día han salido de la iglesia católica. Espero que pronto tengan menos habilidad de negar la información en su artículo.

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